Palabras de nuestro director de I+D+i
Apreciados productores y aliados distribuidores,
En su momento la revolución verde fue concebida como la mejor estrategia para aumentar el rendimiento de los cultivos, lo cual implicaba la aplicación de altas cantidades de agroquímicos, así como las quemas y aplicación de materia orgánica cruda que también fueron consideradas por mucho tiempo una buenas práctica porque ofrecían altos rendimientos en el corto plazo.
Después de muchos años nos damos cuenta que en el mediano plazo los suelos se degradan, reducen dramáticamente su capacidad productiva por estas prácticas y para poder mantener los mismos rendimientos hay que aplicar cada vez más agroquímicos, ¿Qué ocasionó?, convertimos la producción de cultivos dependiente de la aplicación de agroquímicos y como cualquier organismo dependiente, cada vez se requiere más y más.
Hoy, por ejemplo, muchos técnicos y productores consideran que la solución en términos de rendimiento está en los grados del fertilizante y en la cantidad total aplicada, que si se aplican fertilizantes de alto grado y en altas cantidades, el cultivo se desempeñará mejor y habrá mayores rendimientos. Nada más ajeno a la realidad, este es un paradigma que debemos cuestionar y replantear según la forma y principios de manejo de la nutrición vegetal.
La absorción de nutrientes a través de la raíz es más eficiente si la concentración de la solución suelo está diluida (se trata de actividad, no de concentración), si los elementos nutrientes están interactuando con compuestos orgánicos y si se presenta una adecuada actividad biológica.
Los equilibrios en el suelo deben ser de la fase sólida a la líquida y alterar el equilibrio por concentrar la fase líquida aumentará las pérdidas, las cuales serán mayores en la medida que los niveles de carbono orgánico y microrganismos benéficos sean bajos.
La nutrición vegetal es más que suministrar NPK. Se requiere una aplicación complementada con elementos secundarios y menores, pero lo más importante es el balance en el suelo para mantener y/o aumentar la oferta productiva de este (sostenibilidad), lo que es definitivamente una consideración de los componentes orgánicos – minerales – biológicos que ofrece la tecnología Permaxion® Cultivos.
¿El Permaxion® Cultivos tiene muy bajos grados de NPK? ¡pues claro! es la intención con la que fueron diseñados. Su tecnología disminuye las pérdidas de estos elementos en el suelo y por eso necesita menos grados para dar los mejores resultados. No son los grados los que nutren, es el balance entre los nutrientes y los componentes mineral - orgánico y biológico de los suelos.
Rompa el paradigma, no se quede en el pasado y empiece a utilizar Permaxion® Cultivos.
Atentamente,
Octavio González