Autor: Octavio González, Director I+D+I, Sobiotech S.A.S.
INTRODUCCIÓN
Es necesario hablar de “practicas responsables en la agricultura”; para lo cual se deben considerar adecuadamente los escenarios, donde las diferentes prácticas agronómicas determinan impactos sobre el sistema suelo-planta. En este sentido la sanidad vegetal se debe constituir en la premisa fundamental que determina la factibilidad de las prácticas agronómicas relacionadas con el desarrollo del cultivo y su productividad. No debe olvidarse que estamos frente a un sistema “suelo” bastante frágil y dinámico; que cualquier práctica o labor implementada repercutirá favorable o desfavorablemente sobre el cultivo de interés.
LA IMPORTANCIA DE UN COMPOSTAJE SANITIZADO
El compostaje es un proceso que gestiona residuos a través de un proceso de mineralización biológica de la materia orgánica en condiciones aerobias. Sin embargo, estos procedimientos no siembre logran erradicar microorganismos fitopatógenos y más aún cuando la población de estos es muy alta, situación que se presenta cuando se utilizan materiales orgánicos de origen vegetal; lo que representa un riesgo potencial para la salud de los cultivos, donde se apliquen estos materiales.
No hay ninguna propiedad del suelo que no mejore cuando se aplica materia orgánica de buena calidad; siendo esta la que se ha sanitizado por un proceso de compostaje que obliga a que los microorganismos patógenos desaparezcan del material. Cada vez que se piensa aplicar materia orgánica se espera generar un beneficio para los cultivos, el suelo, las aguas, las personas y en general el ambiente.
EL RIESGO DE LA MATERIA ORGÁNICA CRUDA
El conocimiento del efecto de la materia orgánica sobre el suelo y los cultivos en muchos casos es incompleto y tradicionalmente se considera que todas las materias orgánicas son iguales y que todo lo orgánico es inocuo e inofensivo; pero no hay situación más incorrecta que esta, ya que al aplicar materiales no procesados a los suelos se generan graves problemas nutricionales, para las plantas.
No existe un análisis único que determine la calidad del compost ya que no solo se busca un material que aporte carbono orgánico, sino que se busca mejorar las propiedades del suelo, equilibrar poblaciones microbiales, retener humedad, aumentar la capacidad de intercambio iónico, y mantener los contenidos de nutrientes en el suelo. Un solo análisis químico del compost no da todas estas respuestas. El compost cumple una función vital en el mejoramiento de la calidad del suelo y en mejorar la productividad del sistema, no tanto como fuente de nutrientes, sino en la eficiencia del suelo en la regulación de nutrientes.
RIESGOS AL APLICAR MATERIA ORGÁNICA DE ORIGEN 100% VEGETAL
La materia orgánica mejora todas las propiedades del suelo, y se considera como un mejorador del recurso. En el último tiempo se viene discutiendo cual tipo de materia orgánica es mejor aplicar; si la de origen animal o la de origen vegetal. Se viene especulando que la materia orgánica de origen vegetal tiene un impacto mayor sobre el suelo por el alto contenido de carbono orgánico, echo que si bien es cierto, debe manejarse con cuidado dado que la alta aplicación de carbono orgánico a los suelos cultivados generaría deficiencias sobre los cultivos de nutrientes tan importantes, limitantes y costosos como el nitrógeno, el fósforo y el azufre. Si esta premisa fuera suficiente se recomendaría aplicar a los suelos cultivados aserrín, chipeado de madera o cualquier fuente que solo considerara celulosa, hemicelulosa y lignina que son los componentes estructurales de los residuos vegetales.
El primer efecto notorio sobre los cultivos que han sido sometidos a la aplicación de fuentes con alto carbono orgánico es que las plantas manifiestan una clorosis generalizada por la deficiencia de los elementos mencionados, dado que estos son inmovilizados por los microrganismos del suelo para poder mineralizar estas fuentes de carácter recalcitrante. Fuentes de material vegetal con contenido de carbono orgánico por encima de 30% representan un riesgo en la nutrición vegetal, que debe evaluarse antes de realizar la aplicación. De este porcentaje planteado, obviamente se deja de lado materiales como la leonardita y los ácidos húmicos que son materiales altamente estabilizados de forma natural.
IMPORTANCIA DE LOS RESIDUOS ORGÁNICOS DE ORIGEN ANIMAL
El concepto de compostaje representa una mezcla de materiales de origen animal y vegetal que han sido sometidos a un proceso de estabilización bio oxidativa controlando variables como oxígeno, humedad, pH, actividad biológica y temperatura. El compost es un producto biológicamente activo, portador de un gran complejo de microrganismos benéficos, que cuando es aplicado al suelo logra impactar positivamente las propiedades de este.
No se puede descartar o desacreditar de plano la materia orgánica de origen animal, dado que contribuye a la estabilización y sanitización del compost como un todo; el contar con un compost solo de origen vegetal es difícil alcanzar las temperaturas de sanitización por lo recalcitrante de los materiales, solo la mezcla garantiza un adecuado producto final. De igual forma el compostar solo residuos vegetales genera un riesgo fitosanitario para los cultivos, dado que los materiales en si son portadores de gran cantidad de microorganismos Fitopatógenos, muchos de ellos con estructuras de resistencia como clamidosporas de muchos hongos, que no logran ser eliminadas con un solo ciclo de compostaje con temperaturas de pasteurización de 65 a 70 grados, que son las temperaturas que alcanzan las pilas de compostaje.
MEZCLA DE RESIDUOS ANIMAL Y VEGETAL, LA MEJOR OPCIÓN PARA UN COMPOSTAJE SEGURO
No debe correrse el riesgo de aplicar abonos solo de origen vegetal si no se está seguro de la carga biológica que tiene el material compostado; deben preferirse las mezclas que consideran residuos de origen animal combinadas con residuos procesados de origen vegetal como la borra de café y la celulosa dado que son materiales bastante versátiles, libres de microorganismos patógenos en especial los fitopatógenos. Un compost con estas características mejora enormemente las propiedades del suelo y al mismo tiempo balancea los contenidos de carbono, nitrógeno, fósforo y azufre, lo que no se lograría con utilizar solo materia orgánica de origen vegetal.
Deben preferirse materias orgánicas formuladas y producidas por empresas legalmente constituidas, con procesos de producción estandarizados con productos que estén CERTIFICADOS para agricultura orgánica.
CONCLUSIONES
Es en este contexto, los productores tienen hoy la responsabilidad de tomar adecuadas decisiones que mejoren la agricultura, con el objetivo de evitar el deterioro y contaminación de los suelos cultivados. No deberían aplicarse materiales que pongan en riesgo la Fito sanidad de los cultivos.
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