¿Se ha preguntado usted, porque se dice que el suelo se cansó, que no produce lo mismo y que se requiere cada vez mayores aplicaciones de fertilizantes, para producir lo mismo?
El concepto de sostenibilidad es preciso y se relaciona con el mantenimiento en el tiempo de la productividad del sistema. El sistema a considerar como eje transversal al sector agrícola es el suelo, al ser el factor crítico determinante de la productividad. Ningún otro recurso como el suelo refleja la necesidad de implementar medidas sostenibles, para no deteriorar su capacidad de producción. Inherente a los procesos naturales de formación y a su uso, está el agotamiento de su capacidad productiva, la cual determina el grado de aporte de recursos externos.
Si el sistema (suelo) es frágil o deficitario, se hace necesario aplicar gran cantidad de recursos y la actividad será poco rentable, ya que estará soportada por un sistema cuasi artificial y poco sostenible. Es urgente la producción de cultivos dentro de un sistema capaz de autorregularse, que mantenga la productividad sin agotar los elementos generadores de compensación; lo cual dependerá del nivel de materia orgánica, en ausencia de esta el suelo es frágil y se pone en riesgo su productividad.
Es necesario reconocer como la producción agrícola está rezagada frente a la demanda. Hoy tenemos la imperiosa necesidad de implementar acciones de sostenibilidad, la cual solo será posible si se modifican los actuales sistemas agrícolas de producción. Los ejes centrales de sostenibilidad están representados en la materia orgánica, la movilidad de esta brindada por los organismos descomponedores y la eficiencia en la captación de nutrientes generada por diferentes grupos funcionales de microrganismos en los cuales debe destacarse los promotores de crecimiento vegetal, los solubilizadores de fosforo, los fijadores biológicos de nitrógeno y especialmente los hongos formadores de micorrizas.
El camino es una fertilización eficaz y equilibrada, que optimice todos los aspectos del ciclo de los nutrientes. La utilización de mezclas Orgánico-Minerales y microorganismos benéficos, representa una mejora significativa con relación a la fertilización tradicional, en términos de composición química, eficacia y costos de producción. Este esquema de manejo, permite proveer al sistema suelo-cultivo los requerimientos necesarios para una producción eficiente, competitiva y sostenible. Los beneficios finales para el productor son un incremento en la producción, a un menor costo; minimizando el deterioro ambiental y con responsabilidad social.